Cuando tu hijo se enferma todo el invierno: causas ocultas y soluciones reales desde la alimentación y el vínculo

Cuando tu hijo se enferma todo el invierno: causas ocultas y soluciones reales desde la alimentación y el vínculo

Es normal que los niños se pongan malitos. Es parte del proceso natural del desarrollo de su sistema inmune, que se va fortaleciendo con cada virus que encuentra. Especialmente entre el primer año de vida y los seis, es habitual que pasen por varios procesos infecciosos al año: mocos, fiebre, tos, algún que otro antibiótico. Hasta aquí, todo dentro de lo esperable.


Pero hay momentos en los que, como madres, sentimos que algo no encaja. Cuando un niño está constantemente enfermo, encadenando infecciones sin pausa, con síntomas que no terminan de desaparecer, con una fatiga que no es propia de su edad… es cuando empezamos a preguntarnos: ¿y si no es tan normal?


Yo también me lo pregunté.


Mi hija pasaba el invierno con mocos, tos persistente, otitis recurrentes. Y aunque me decían que era normal, mi intuición decía otra cosa. Por eso empecé a investigar, a observar, a cambiar cosas. Aquí te comparto lo que descubrí, por si te resuena y puede ayudarte.





¿Cuándo lo “normal” deja de serlo?



Algunas señales de alarma que nos pueden indicar que hay algo más detrás:


  • Infecciones muy frecuentes (más de 8 al año en mayores de 2 años).
  • Síntomas que no terminan de desaparecer entre una infección y otra.
  • Necesidad constante de antibióticos.
  • Inapetencia, decaimiento o bajo peso mantenido.
  • Problemas de piel, estreñimiento o diarrea frecuente.



Si ves varias de estas señales, es momento de mirar más allá del síntoma.





El papel oculto de la alimentación



El sistema inmune vive en gran parte en el intestino. Y el intestino se ve muy influido por lo que comemos. Si hay una alimentación rica en:


  • Azúcar
  • Ultraprocesados
  • Lácteos de mala calidad
  • Harinas blancas y exceso de gluten
  • Poco vegetal, poco crudo, poca fibra



… entonces la microbiota se debilita, el intestino se inflama, y el sistema inmune responde peor. No es una fórmula mágica, pero sí un factor crucial que muchas veces no se tiene en cuenta.





El vínculo y la salud: no todo es físico



La forma en que los niños se sienten también influye en su salud. El estrés infantil, la sobreestimulación, la falta de tiempo con sus figuras de apego o la sensación de inseguridad afectan a su sistema inmune. La salud emocional también se construye a través del juego libre, del contacto con la naturaleza, del descanso profundo y de un entorno seguro.





¿Qué puedes empezar a hacer hoy?



  1. Observar sin juicio
    Escucha a tu intuición. Observa patrones: ¿qué alimentos empeoran los síntomas? ¿Cuándo se pone peor?
  2. Revisar el desayuno
    ¿Comienza el día con azúcar? ¿Hay fruta fresca, grasas saludables, proteína? Aquí puede estar el primer cambio potente.
  3. Reducir los alimentos inflamatorios
    No hace falta hacerlo de golpe. Pero puedes empezar a reducir azúcar, bollería, embutidos, lácteos industriales.
  4. Ofrecer más alimentos reales
    Frutas, verduras, semillas, caldos, fermentados. Todo lo que nutre también protege.
  5. Pedir ayuda si lo necesitas
    Si estás cansada, si te sientes sola en esto, si no sabes por dónde empezar, acompáñate de alguien que hable tu mismo idioma.






Tu instinto también es medicina



No estás exagerando. No estás loca. Estás cuidando. Porque una madre que observa, que se pregunta, que se mueve por el bienestar de sus hijos, ya está sanando una parte muy profunda del sistema.


Y si sientes que necesitas apoyo, no tienes por qué hacerlo sola.

En Tribu Viva, puedes contarme tu caso desde casa y recibir una guía personalizada y realista sobre alimentación, lactancia, crianza y salud natural.


Haz clic aquí para ver cómo funciona y reservar tu acompañamiento

O si quieres caminar conmigo mes a mes, paso a paso, con recursos, asesoramiento y apoyo constante,

descubre el espacio de suscripción mensual Tribu Viva.

Es tu lugar. Es tu ritmo. Es tu tribu

Regresar al blog