
¿Es necesario eliminar el gluten en los niños? Cuándo sí y cuándo no
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Eliminar el gluten de la dieta infantil se ha convertido en una tendencia creciente, pero ¿realmente es necesario hacerlo en todos los casos? Como madre, entiendo perfectamente el deseo de ofrecer lo mejor a nuestros hijos. Como profesional, sé que no siempre hay una respuesta única. Por eso hoy quiero explicarte en qué casos eliminar el gluten puede ser beneficioso… y cuándo no es necesario.
¿Qué es el gluten?
El gluten es una proteína presente en cereales como el trigo, la cebada, el centeno y, en menor medida, la avena (cuando no está certificada sin trazas). Aporta elasticidad a las masas, pero no tiene ningún valor nutricional esencial.
¿Cuándo
sí
conviene eliminar el gluten en niños?
-
En casos diagnosticados de celiaquía.
Es una enfermedad autoinmune en la que el gluten daña las vellosidades intestinales. La única solución es una eliminación total y estricta. -
En niños con sensibilidad al gluten no celíaca.
Aunque no haya un diagnóstico claro de celiaquía, algunos niños presentan síntomas digestivos, de piel, cansancio, irritabilidad o niebla mental que mejoran al retirarlo. -
Si hay antecedentes de problemas autoinmunes o digestivos en la familia.
Eliminar el gluten puede ser una estrategia preventiva o de alivio cuando hay mucho desequilibrio intestinal, disbiosis o permeabilidad intestinal. -
En casos de neuroinflamación, TDAH o trastornos del desarrollo.
En algunos niños con estos diagnósticos se ha observado mejoría al seguir una dieta sin gluten ni caseína, aunque no es una receta universal.
¿Cuándo
no
es necesario eliminarlo?
-
Si el niño está sano, sin síntomas digestivos ni inflamatorios.
No todos los niños tienen por qué eliminar el gluten si su cuerpo lo tolera bien y está presente en pequeñas cantidades, de fuentes limpias y ecológicas. -
Si se consume de forma ocasional y no como base de la alimentación.
El problema suele estar en el exceso y la calidad. Panes industriales, galletas, cereales refinados… no es el gluten en sí, es la ultra-procesación lo que daña. -
Cuando el cambio genera más ansiedad que beneficio.
Una retirada forzada, sin acompañamiento, puede generar estrés innecesario. Siempre debe ir de la mano de información, observación y adaptación.
¿Qué alternativas existen?
Si decides reducir o eliminar el gluten, no tienes por qué caer en productos “sin gluten” industriales, que muchas veces son igual de procesados. Algunas opciones naturales son:
- Cereales sin gluten: mijo, arroz integral, quinoa, trigo sarraceno, amaranto, teff.
- Harinas saludables: de almendra, coco, castaña, garbanzo.
- Tubérculos y legumbres: base perfecta para platos saciantes y nutritivos.
Mi experiencia como madre
Empecé eliminando el gluten cuando mi hijo mayor presentaba muchos síntomas inflamatorios. Lo hicimos poco a poco, con recetas caseras y alimentos reales. El cambio fue radical: menos mocos, más energía, mejor digestión y una actitud más tranquila.
Pero también he aprendido a no obsesionarme. Hay momentos y momentos, cuerpos y cuerpos. No se trata de hacerlo perfecto, sino de hacerlo consciente.
En resumen:
Eliminar el gluten no es necesario para todos los niños, pero sí puede ser beneficioso en casos concretos. Observa a tu hijo, escucha su cuerpo y, sobre todo, no tengas miedo de probar cambios si crees que algo no va bien.
Y si necesitas una guía para empezar con una alimentación más antiinflamatoria y natural, estoy preparando algo muy especial que pronto compartiré contigo.
Educar es también observar. Respirar es confiar.